Los sarcófagos egipcios estaban ricamente decorados con inscripciones y representaciones religiosas destinadas a proteger al difunto en su viaje al más allá. En su interior, a menudo se colocaban varios ataúdes encajados uno dentro de otro, con la momia en el más interno. Su diseño y ornamentación variaban según la época y el estatus del fallecido, desde simples cajas hasta estructuras monumentales talladas en piedra con figuras y textos sagrados.
Tamaño: 6 X 18 cm.